El fenómeno de las bebidas energéticas (EDs) ha trascendido de un nicho de mercado para atletas a una preocupación significativa de salud pública global. La industria de las EDs constituye un segmento económico de magnitud considerable, con proyecciones de crecimiento sostenido. Se estima que el tamaño del mercado alcanzó los USD 78.02 mil millones en 2025 y se espera que crezca a una tasa anual compuesta (CAGR) del 5.91%, llegando a USD 103.97 mil millones para 2030.1 Este vigoroso crecimiento indica que, si bien la industria se acerca a la madurez 2, su penetración en el consumo diario continúa expandiéndose. Europa, en particular, se identifica como el mercado más grande.1
Esta expansión ha tenido un impacto desproporcionado en las poblaciones vulnerables. Las EDs son, después de los multivitamínicos, el segundo suplemento dietético más popular consumido por adolescentes y adultos jóvenes en Estados Unidos.3 Los reportes indican que entre el 30% y el 50% de los adolescentes consumen estas bebidas regularmente.5 Este alto nivel de consumo en la juventud plantea un conflicto inherente: mientras el mercado impulsa su crecimiento a través de tácticas de mercadeo dirigidas a la energía y el rendimiento 4, la evidencia científica subraya riesgos agudos y crónicos, creando un dilema de salud pública donde el interés comercial parece superar las advertencias sanitarias, especialmente en la población juvenil.
El componente primario que define la funcionalidad de las EDs es la cafeína. Para la mayoría de los adultos sanos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. considera seguro un consumo de hasta 400 miligramos (mg) de cafeína al día.3 Sin embargo, la comunidad pediátrica ha establecido límites drásticamente más restrictivos para los grupos de menor edad. La Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Academia Americana de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (AACAP) han declarado que las EDs no son apropiadas para niños y adolescentes.5 Además, la AACAP recomienda que los jóvenes de 12 a 18 años no consuman más de 100 mg de cafeína al día y, específicamente, deben evitar por completo las bebidas energéticas.6
Esta disparidad entre las directrices para adultos y las recomendaciones pediátricas, sumada al incremento en las visitas a salas de emergencia relacionadas con la sobreexposición a la cafeína en niños, manifiesta una preocupación creciente por la toxicidad aguda en esta población.3
Table 1: Crecimiento de Mercado y Penetración de las Bebidas Energéticas
Métrica
Valor
Fuente
Tamaño del Mercado (2025)
USD 78.02 Mil Millones
1
Tasa de Crecimiento (CAGR 2025-2030)
5.91%
1
Penetración en Adolescentes/Adultos Jóvenes
Segundo suplemento dietético más popular
3
Porcentaje de Adolescentes que Consumen EDs
30%–50%
5
Límite Máximo Diario Recomendado (Adolescentes, 12–18 años)
100 mg de cafeína (evitar EDs)
6
Para comprender la toxicología y los efectos reales de las EDs, es fundamental ir más allá de la cafeína y analizar la composición de la "matriz" compleja de ingredientes, que típicamente incluye vitaminas, aminoácidos y otros estimulantes.8
La cafeína (1,3,7-trimetilxantina) es el componente funcional primario y el más estudiado. Es un estimulante del sistema nervioso central (SNC) bien conocido, con efectos documentados tanto a nivel central como periférico.8 La cafeína ejerce su efecto principalmente como antagonista de los receptores de adenosina.
Las bebidas energéticas suelen contener altas concentraciones de este alcaloide, variando típicamente entre 100 y 300 mg por porción.3 A pesar de los beneficios ergogénicos comprobados (mejora del tiempo de reacción, alerta y reducción de la percepción de esfuerzo 3), la ingestión de dosis elevadas se asocia con toxicidad aguda. Los síntomas de esta toxicidad por cafeína incluyen vómitos, hipertensión, taquicardia (ritmo cardíaco acelerado) y problemas del ritmo cardíaco, requiriendo en casos severos ingreso hospitalario, como se ha observado en el aumento de admisiones de jóvenes por toxicidad.3
Además de la cafeína, las EDs contienen una serie de aditivos que a menudo se promocionan por sus propiedades energéticas o de rendimiento.8
Taurina (TAU)
La taurina (ácido 2-aminoetanosulfónico) es un aminoácido biogénico, esencial para varias funciones biológicas, incluyendo la estabilización de la membrana plasmática, el metabolismo del calcio, la funcionalidad muscular esquelética y la actividad neuronal.10 Se encuentra en altas concentraciones en el músculo cardíaco y el SNC. Farmacológicamente, la taurina se comporta como un neuromodulador de naturaleza inhibitoria, contrariamente al efecto estimulante que se le atribuye popularmente en el contexto de las EDs.10
Un análisis crucial de seguridad ha determinado que, aunque la taurina posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias 10, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que la ingesta dietética de taurina no aumenta sus niveles en el cerebro, descartando la posibilidad de que actúe como un estimulante directo del SNC.10 Por lo tanto, el efecto vigorizante de una ED no se debe a la taurina, sino a la cafeína y otros componentes. El consumo diario de taurina a través de la dieta omnívora se estima en 58 mg, mientras que el consumo de referencia seguro (para un adulto de 70 kg) se establece en 1400 mg/día.10
D-Glucuronolactona y Vitaminas B
El D-Glucuronolactona es otro ingrediente añadido rutinariamente con la hipótesis de que, al igual que la cafeína y la taurina, mejora el rendimiento físico y mental.9 Sin embargo, la evidencia clínica definitiva para respaldar estas afirmaciones de rendimiento es limitada.12 Las vitaminas del complejo B también se incluyen con frecuencia 9, pero su impacto en la energía inmediata es insignificante en personas que siguen una dieta occidental normal, ya que las deficiencias son raras.
La composición de las EDs es compleja, y esta complejidad dificulta aislar los efectos específicos de cada ingrediente, o determinar si la combinación produce beneficios aditivos o sinérgicos.8 No obstante, la evidencia toxicológica sugiere que la matriz de la ED crea un perfil de riesgo único que va más allá de la cafeína sola.
La investigación comparativa ha revelado una diferencia crítica entre las EDs y las bebidas de cafeína pura. Un estudio demostró que los participantes que consumieron una bebida energética experimentaron una elevación de la presión arterial (BP) significativamente más prolongada, manteniéndose elevada incluso seis horas después del consumo, en comparación con aquellos que bebieron cafeína sola.13 Esta persistencia en la elevación de la BP indica que otras sustancias hemodinámicamente activas en la matriz de la ED contribuyen a un perfil de riesgo cardiovascular prolongado que no se explica únicamente por la cafeína.13
Esta interacción se manifestó de manera severa en un caso clínico reportado por la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB). Los investigadores detallaron el primer caso documentado de un paciente de 57 años que sufrió un ictus hemorrágico (una hemorragia cerebral) solo 15 minutos después de consumir una ED popular.14 La investigación neurológica sugirió que la bebida contenía, además de la alta dosis de cafeína, varios suplementos para los cuales existía poca comprensión de sus posibles interacciones. Se destacó que uno de estos componentes era estructuralmente similar a las anfetaminas, y varios eran conocidos por estimular el sistema nervioso simpático—el sistema que regula la respuesta de "lucha o huida"—, lo que podría haber provocado un aumento vasopresor extremo.14
La conclusión que emerge de estos hallazgos clínicos y farmacológicos es que la toxicidad de las EDs no es una mera suma lineal de sus ingredientes. La combinación de altas dosis de cafeína con otros potenciadores del sistema simpático y, a menudo, altas cargas de azúcar, genera un perfil de toxicidad sinérgica. Esta sinergia amplifica el riesgo vascular y neurológico de una manera impredecible para los consumidores, haciendo que los efectos adversos sean más graves y prolongados de lo que se observaría con la cafeína administrada de forma aislada.13
A pesar de los riesgos toxicológicos, es necesario evaluar la validez de las afirmaciones comerciales sobre el rendimiento. La literatura científica proporciona evidencia sobre los efectos ergogénicos (mejora del rendimiento) de ciertos componentes.
La cafeína ha sido consistentemente reconocida como una ayuda ergogénica válida. La ingestión de cafeína en dosis de 3 a 6 mg por kilogramo de peso corporal ha resultado en aumentos significativos en el rendimiento de resistencia.15 En el contexto de las EDs, la investigación ha explorado si la adición de taurina ofrece un beneficio superior.
Una revisión sistemática y metaanálisis reciente examinó los efectos de la co-suplementación de Cafeína y Taurina (CAF+TAU) en el rendimiento físico y cognitivo.8 Los resultados indicaron que la combinación CAF+TAU proporciona un efecto ergogénico balanceado. Específicamente, se asoció con un efecto positivo creíble en la capacidad anaeróbica (g = 0.46), mostrando un impacto potencialmente clínicamente significativo en comparación con la cafeína o la taurina solas.8
Por otro lado, la taurina aislada también ha mostrado potencial para mejorar el rendimiento de resistencia en dosis que varían de 1 a 6 gramos.16 Por lo tanto, para la suplementación antes del ejercicio, las bebidas con cafeína (incluyendo EDs) pueden ser apropiadas, aunque las bebidas deportivas formuladas con cafeína pueden ser más beneficiosas para el ejercicio de larga duración debido a su rol en la rehidratación.17
En el dominio cognitivo, el principal beneficio de las EDs proviene de la mejora en la alerta y la reducción de la fatiga percibida. La cafeína ha demostrado reducir la calificación de esfuerzo percibido (RPE).8
La sinergia CAF+TAU también demostró ser eficaz en el rendimiento mental. La revisión sistemática concluyó que esta combinación estuvo asociada con la mayor mejora estimada en el tiempo de reacción (g = 0.75), lo que indica un beneficio particular para tareas cognitivas que dependen de la alta intensidad y la rapidez de respuesta.8 Las clasificaciones de SUCRA (Surface Under the Cumulative Ranking) favorecieron consistentemente a CAF+TAU en la mayoría de los dominios de resultados evaluados.8
Conclusión de Ergogenicidad: Existe evidencia científica robusta que respalda que las EDs, gracias a la cafeína y la interacción CAF+TAU, proporcionan beneficios genuinos para la mejora aguda del rendimiento físico (capacidad anaeróbica) y la función cognitiva (reactividad). No obstante, estos beneficios están altamente contextualizados para el rendimiento deportivo o tareas cognitivas exigentes, y son replicables mediante la suplementación de cafeína pura o fórmulas deportivas más sencillas, sin la compleja y riesgosa matriz de las EDs comerciales.17
El análisis de la toxicidad representa el núcleo de la evaluación riesgo-beneficio. La literatura científica, especialmente las revisiones sistemáticas, ha establecido un perfil de riesgo significativo para el consumo de EDs.
Una revisión sistemática reciente, que analizó 37 estudios e incluyó a 1597 participantes (con una edad promedio de 22.6 años), documentó hallazgos consistentes de toxicidad cardiovascular.18 Los efectos adversos significativos observados incluyeron:
Aumento de la Frecuencia Cardíaca (HR) en el $60.9\%$ de los estudios.
Aumento de la Presión Arterial Sistólica (SBP) en el $53.8\%$ de los estudios.
Aumento de la Presión Arterial Diastólica (DBP) en el $61.5\%$ de los estudios.
Prolongación del Intervalo QTc en el $63.2\%$ de los estudios.18
La prolongación del intervalo QTc es un hallazgo clínico de extrema preocupación, ya que se considera un biomarcador de riesgo para el desarrollo de arritmias ventriculares malignas, incluyendo la Torsades de Pointes. La observación de que la prolongación del QTc es un resultado frecuente después del consumo de EDs subraya la necesidad urgente de investigar los efectos a largo plazo y la vulnerabilidad de los grupos de riesgo.18 Además, como se discutió anteriormente, los cambios en los parámetros cardiovasculares observados tras el consumo de una ED son más pronunciados y sostenidos que los causados por la cafeína sola, lo que justifica una investigación adicional sobre la contribución sinérgica de la matriz de la bebida.13
El impacto de las EDs en el sistema nervioso central y periférico abarca desde síntomas leves de hiperestimulación hasta eventos vasculares catastróficos. La preocupación por la toxicidad se refleja en el aumento de las visitas a los departamentos de emergencia: entre 2007 y 2011, las complicaciones relacionadas con el consumo de EDs se duplicaron.4
Los riesgos neurológicos agudos incluyen, pero no se limitan a, ansiedad, insomnio, nerviosismo y mareos.5 En poblaciones adolescentes (13 a 19 años), se ha reportado que el $40\%$ experimenta reacciones adversas, que van desde nerviosismo y palpitaciones hasta convulsiones.4
El caso de ictus hemorrágico vinculado al consumo de una ED, documentado en la revista American Journal of Emergency Medicine, proporciona una evidencia inequívoca del potencial riesgo vascular agudo inducido por la bebida. El desarrollo de una hemorragia intracraneal 15 minutos después de la ingestión fue atribuido a la combinación de cafeína y otros ingredientes que se cree que estimulan fuertemente el sistema nervioso simpático, actuando como potentes agentes vasopresores.14
Table 2: Riesgos Clínicos Agudos Demostrados tras el Consumo de Bebidas Energéticas
Efecto Clínico Adverso
Mecanismo o Consecuencia
Prevalencia Documentada (Revisión Sistemática)
Aumento de Frecuencia Cardíaca (HR)
Estimulación simpática por CAF y matriz
$60.9\%$ de los estudios 18
Hipertensión (SBP y DBP)
Efectos vasopresores agudos y prolongados
>$50\%$ de los estudios 18
Prolongación del Intervalo QTc
Riesgo de arritmias ventriculares malignas
$63.2\%$ de los estudios 18
Eventos Cerebrovasculares Severos
Hemorragia intracraneal (ictus)
Documentado en casos clínicos individuales 14
Reacciones Adversas en Adolescentes
Palpitaciones, náuseas, convulsiones
$40\%$ de los adolescentes consumidores 4
Un riesgo crónico importante de las EDs está relacionado con su alto contenido de azúcares añadidos. Las EDs azucaradas se incluyen en la categoría de Bebidas Endulzadas con Azúcar (SSBs). La Asociación Americana del Corazón recomienda que los niños y adolescentes consuman no más de 25 gramos de azúcar añadido al día.19 Sin embargo, una sola porción de bebida energética puede fácilmente contener el doble de esa cantidad.19
La literatura científica ha establecido un vínculo claro entre el consumo de SSBs y las enfermedades metabólicas crónicas. Múltiples revisiones sistemáticas y metaanálisis han concluido que un alto consumo de SSBs está positivamente asociado con un mayor riesgo de desarrollar el Síndrome Metabólico (MetS).20 Los datos de cohortes muestran un Odds Ratio (OR) agrupado de 1.18, mientras que los estudios transversales indican un aumento del $35\%$ en el riesgo de MetS (OR 1.35) para los adultos con alto consumo de SSBs.20 Además, el alto consumo de SSBs se asocia directamente con el desarrollo de Diabetes Tipo 2.21 Esta evidencia empírica respalda las estrategias de salud pública que buscan limitar la ingesta de SSBs, incluidas las EDs, para mitigar el riesgo de enfermedades metabólicas crónicas relacionadas con la obesidad.20
El consumo de EDs se extiende más allá de los riesgos físicos directos, afectando la esfera psicológica y el comportamiento social, particularmente en la población adolescente.
Existe una correlación significativa entre el consumo de EDs y una serie de resultados negativos para la salud mental en jóvenes. La investigación ha asociado el consumo con un aumento del riesgo de angustia psicológica, problemas de sueño, mal rendimiento académico y hábitos dietéticos poco saludables.22 Los efectos secundarios comunes de la ingesta excesiva de cafeína y azúcar incluyen ansiedad, irritabilidad, insomnio y mareos.19
Aunque gran parte de la investigación sobre los trastornos del estado de ánimo (estrés, ansiedad, depresión) y las EDs utiliza diseños transversales, lo que impide determinar una relación causal o la dirección del efecto (si el consumo causa la ansiedad o viceversa) 23, se observa un mecanismo de retroalimentación que agrava el problema. El consumo de altas dosis de cafeína y azúcar, seguido por el inevitable "bajón" energético, interfiere con el sueño y el descanso adecuado.19 La privación crónica del sueño resultante empeora la regulación emocional y el rendimiento académico, lo que impulsa al adolescente a buscar una solución rápida—otra ED—, perpetuando así un ciclo vicioso de dependencia, irritabilidad y deterioro del bienestar emocional.19
La alta prevalencia de consumo entre los adolescentes, donde el $40\%$ de los jóvenes estadounidenses ha consumido EDs en un período de tres meses 4, pone de manifiesto la ineficacia relativa de las campañas de educación sanitaria frente a la agresividad del mercadeo.
El branding y el packaging influyen de manera dominante en las decisiones de los jóvenes, normalizando e incluso celebrando el consumo excesivo de estimulantes.4 Los padres y los profesionales de la salud deben comprender que la "energía" y la "salud" publicitadas no provienen de la lata, sino de factores fundamentales como el sueño consistente, la nutrición adecuada, la hidratación y el movimiento regular.19
La evidencia científica no solo confirma el perfil de riesgo de las EDs comerciales, sino que también valida la existencia de alternativas que ofrecen beneficios cognitivos y energéticos superiores, con un perfil de seguridad considerablemente más favorable.
La combinación de cafeína con L-Teanina (un aminoácido que se encuentra principalmente en el té verde y negro) es una de las alternativas más prometedoras para mejorar la función cognitiva. La L-Teanina ha demostrado reducir el estrés y la ansiedad sin causar somnolencia, y se asocia con la mejora de la función inmunológica.24
La importancia de esta combinación radica en un efecto sinérgico comprobado que es farmacológicamente superior para el foco y la claridad mental que la cafeína sola. Estudios han demostrado que una combinación de L-Teanina (97 mg) y Cafeína (40 mg) no solo mejoró la velocidad y la precisión en la ejecución de tareas cognitivamente exigentes, sino que también redujo la susceptibilidad a la información distractora.24 La L-Teanina funciona como un mitigador de la hiper-activación simpática inducida por la cafeína. Al reducir la ansiedad, el estrés y los temblores ("jitters") típicos de las altas dosis de cafeína, esta combinación proporciona un estado de alerta más "limpio" y enfocado.26
Los adaptógenos son hierbas o raíces (como la Ashwagandha, la Rhodiola y el Holy Basil) que tradicionalmente se utilizan para ayudar al cuerpo a manejar el estrés y mantener la homeostasis.27 Actúan modulando el eje hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) y la respuesta del cortisol al estrés.27
Desde una perspectiva funcional, los adaptógenos ofrecen una fuente de energía constante y sostenible, sin la subida abrupta de estimulantes ni el posterior "crash" de fatiga y somnolencia.28 Se ha documentado que adaptógenos como la Rhodiola pueden mejorar la atención y reducir la fatiga en condiciones de estrés.27 Sin embargo, a diferencia de la cafeína, cuyos efectos son agudos, los beneficios de los adaptógenos requieren un uso diario consistente, generalmente durante 8 a 12 semanas.27 Es crucial que, al considerar suplementos, se utilicen extractos estandarizados y se verifique que la dosis se encuentre dentro de los rangos clínicos demostrados (ej., Ashwagandha $300\text{–}600\text{ mg/día}$).27
Para aquellos que buscan simplemente una mejor hidratación y reposición de electrolitos después del ejercicio, las bebidas deportivas (que contienen electrolitos y azúcar para rehidratación) son distintas y preferibles a las EDs.4 No obstante, una alternativa aún más saludable y natural para obtener electrolitos es una solución casera simple: mezclar $\frac{1}{3}$ de taza de jugo de fruta al $100\%$ con $\frac{2}{3}$ de taza de agua y añadir una pizca de sal.6
En última instancia, la literatura científica reitera que la energía y el enfoque no se encuentran en una lata, sino que son resultado directo de pilares fundamentales de la salud: sueño adecuado, hidratación consistente, nutrición balanceada y ejercicio regular.19
Table 3: Evaluación Comparativa del Balance Riesgo/Beneficio de Fuentes de Energía y Foco
Fuente
Beneficio Ergogénico
Riesgo Toxicológico Principal
Perfil de Riesgo/Beneficio
Bebidas Energéticas (EDs)
Mejora aguda del rendimiento anaeróbico y tiempo de reacción (CAF+TAU) 8
Toxicidad cardiovascular (QTc prolongado), riesgo de MetS, toxicidad de la matriz 18
Riesgo Superior. Beneficios contextuales son superados por toxicidad sistémica aguda/crónica.
Cafeína + L-Teanina
Foco cognitivo mejorado, reducción de la distracción, alerta "limpia" 25
Cafeína (dosis-dependiente). L-Teanina: bajo riesgo 24
Riesgo Mínimo. Beneficio cognitivo superior sin hiper-arousal ni matriz tóxica.
Adaptógenos (Ej. Rhodiola, Ashwagandha)
Energía sostenible, reducción de la fatiga bajo estrés, calma 28
Mínimo, requiere chequeo de interacciones medicamentosas 27
Riesgo Mínimo. Beneficio de largo plazo para manejo del estrés y energía.
Basado en la evaluación rigurosa de la evidencia científica proveniente de revisiones sistemáticas y casos clínicos documentados, se establece un veredicto toxicológico y nutricional claro:
Las bebidas energéticas comerciales ofrecen beneficios ergogénicos agudos y contextuales, impulsados principalmente por la cafeína y, en menor medida, por la sinergia con la taurina (mejora de la capacidad anaeróbica y el tiempo de reacción).8
Sin embargo, estos beneficios son mitigados y superados por la evidencia irrefutable de daño demostrado. El consumo de EDs conlleva un riesgo significativo de daño agudo y crónico, evidenciado por:
Toxicidad Cardiovascular Aguda: Aumento consistente y significativo de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y, crucialmente, la prolongación del intervalo QTc, que predice arritmias malignas.18
Riesgo Neurológico Severo: El potencial vasopresor de la matriz de la bebida, exacerbado por componentes poco estudiados, se ha asociado con eventos neurológicos catastróficos, como el ictus hemorrágico.14
Riesgo Metabólico Crónico: El alto contenido de azúcar en las EDs se asocia positivamente con el desarrollo de Síndrome Metabólico y Diabetes Tipo 2.20
Conclusión definitiva: El perfil de riesgo de las bebidas energéticas, especialmente en poblaciones sensibles como adolescentes, supera de manera demostrada los beneficios ergogénicos puntuales que proporcionan.
Alternativas Superiores: Se ha demostrado que alternativas saludables y naturales ofrecen un perfil de riesgo más favorable. La combinación modulada de L-Teanina y Cafeína 25 y el uso estratégico de adaptógenos para la energía sostenida 28 son científicamente superiores para el enfoque cognitivo y el bienestar general, ya que logran los beneficios deseados sin la carga tóxica de la matriz de la bebida energética.
A partir de los datos analizados, se proponen las siguientes recomendaciones estratégicas:
Implementación de Restricciones de Edad: Se recomienda la implementación de políticas estrictas para prohibir la venta y el consumo de bebidas energéticas a menores de 18 años, respaldando el consenso unánime de las academias pediátricas y psiquiátricas.6
Regulación de la Matriz de Ingredientes: Es fundamental regular inmediatamente la matriz de ingredientes no cafeínicos. Se debe exigir a los fabricantes la identificación y caracterización toxicológica de cualquier componente añadido que pueda tener efectos sinérgicos vasopresores o estimulantes del SNC, como se observó en el caso del ictus hemorrágico.14
Promoción de Alternativas Moduladas: Las campañas de salud pública y los entornos académicos deben promover activamente el uso de alternativas validadas por la ciencia, como la combinación de Cafeína y L-Teanina, como la estrategia principal para mejorar el foco cognitivo en lugar de las EDs de alta dosis.
Enfocar la Educación en Hábitos Esenciales: La educación sanitaria debe recalcar que la solución primaria para el déficit de energía y enfoque reside en el manejo de la higiene del sueño, la nutrición y la hidratación, desmitificando la dependencia de los estimulantes enlatados.19
Para aumentar la comprensión de los daños crónicos y la causalidad, se requieren:
Estudios Longitudinales: Se necesita urgentemente investigación longitudinal y estudios de intervención rigurosos para establecer la causalidad de los efectos adversos observados en la salud mental, el riesgo psicosocial y los trastornos del estado de ánimo en adolescentes.23
Investigación de Componentes No Cafeínicos: Se requiere una investigación toxicológica exhaustiva de la D-Glucuronolactona y los componentes estimulantes de la matriz para determinar su actividad hemodinámica específica y su contribución al riesgo de prolongación del QTc, que es el predictor de arritmia más alarmante.9
Obras citadas
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The Shocking Truth About the Dangers of Energy Drinks - NFHS, fecha de acceso: diciembre 4, 2025, https://nfhs.org/stories/the-shocking-truth-about-the-dangers-of-energy-drinks
The Buzz on Energy Drinks | School Nutrition - CDC, fecha de acceso: diciembre 4, 2025, https://www.cdc.gov/school-nutrition/energy-drinks/index.html
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Adaptogen Drinks: Benefits, Dosage, and Safety - BodySpec, fecha de acceso: diciembre 4, 2025, https://www.bodyspec.com/blog/post/adaptogen_drinks_benefits_dosage_and_safety
Are adaptogen drinks a healthy alternative to alcohol? - Geisinger, fecha de acceso: diciembre 4, 2025, https://www.geisinger.org/health-and-wellness/wellness-articles/2025/02/12/18/30/adaptogen-drinks